Organización internacional enfocada en atender la salud de poblaciones víctimas de desastres naturales y conflictos bélicos.
20 de octubre de 2025
Madrid, España
La Fundación Europa por la Paz expresa su solidaridad con el pueblo de la República Democrática del Congo (RDC) mientras enfrenta una de las crisis humanitarias más graves de nuestros tiempos. La reciente escalada del conflicto en el este de la RDC, particularmente en las provincias de Kivu del Norte y del Sur, ha provocado desplazamientos masivos, pérdida de vidas y el colapso de servicios esenciales. El Movimiento 23 de Marzo (M23), presuntamente apoyado por Ruanda, ha tomado el control de Goma, la capital de Kivu del Norte, desplazando a más de 700.000 personas dentro de la ciudad y contribuyendo al total de aproximadamente 7,8 millones de personas desplazadas internamente en el país. Este desplazamiento ha abrumado a las comunidades locales y a las organizaciones humanitarias, exacerbando la situación ya de por sí grave. El impacto humanitario es profundo. Más del 80% de las instalaciones de salud en las regiones afectadas carecen de medicamentos esenciales, y muchas se han visto obligadas a cerrar debido a la inseguridad y la falta de recursos. El Programa Mundial de Alimentos ha advertido que aproximadamente 13,7 millones de personas en varios países, incluida la RDC, enfrentan hambre severa debido a los recortes en la ayuda global. Además, el reciente brote de ébola en el centro de la RDC agrava aún más un sistema de salud ya frágil.
En respuesta a la violencia en aumento, el gobierno congoleño y el grupo rebelde M23 han acordado establecer un organismo de monitoreo del alto el fuego, con el apoyo de las Naciones Unidas y otros socios internacionales. Aunque este acuerdo es un paso hacia la paz, es imperativo que todas las partes se comprometan a un alto el fuego integral y duradero, asegurando la protección de los civiles y la entrega de ayuda humanitaria. La Fundación Europa por la Paz hace un llamado a la comunidad internacional para que aumente la financiación y los recursos para las organizaciones humanitarias que operan en la RDC, promueva un diálogo inclusivo y constructivo entre todas las partes involucradas en el conflicto, garantice la responsabilidad por las violaciones del derecho internacional humanitario y los derechos humanos, y aborde los problemas subyacentes que contribuyen al conflicto, como la competencia por los recursos naturales, las tensiones étnicas y la inestabilidad regional. Creemos que, a través de la acción colectiva y una dedicación inquebrantable, un futuro pacífico y próspero es alcanzable para todos.