Organización internacional enfocada en atender la salud de poblaciones víctimas de desastres naturales y conflictos bélicos.
La desigualdad educativa sigue siendo una de las fuerzas más generalizadas y desestabilizadoras del mundo contemporáneo. Cuando el acceso a una educación de calidad está determinado por la geografía, la riqueza, el género o las circunstancias políticas, poblaciones enteras quedan excluidas de participar plenamente en la vida social, económica y cívica. Esta disparidad perpetúa ciclos de pobreza, limita la movilidad social y debilita las instituciones democráticas. Para millones de jóvenes —especialmente aquellos en regiones afectadas por conflictos— las escuelas no solo carecen de recursos, sino que también son inseguras, restrictivas o incluso blanco de ataques sistemáticos. Esta inequidad estructural representa no solo un fracaso de las políticas públicas, sino una profunda violación de la dignidad humana.
Las consecuencias de esta desigualdad van mucho más allá de los resultados educativos. Cuando los jóvenes carecen de acceso al conocimiento, a las habilidades y a las oportunidades, las sociedades se vuelven más vulnerables al extremismo, a la fragmentación social y a los ciclos generacionales de violencia. La exclusión educativa alimenta el resentimiento, fortalece a los demagogos y crea entornos donde la desinformación y la polarización prosperan. En la Europe Peace Foundation afirmamos que garantizar una educación equitativa y segura no es solo un objetivo de desarrollo, sino un pilar fundamental para la construcción de paz. Asegurar una educación universal y de calidad es una de las inversiones a largo plazo más efectivas para prevenir conflictos y fomentar culturas de cooperación, justicia y no violencia.