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Aarón Salas Saiz

Los ataque procedentes de los colonos israelitas contra la población palestina que habita en Cisjordania continúan ya por su tercer día seguido, dejando a decenas de heridos además de daños materiales. Decenas de colonos respaldados por militares israelíes, acometieron este jueves por la noche contra la aldea de Jalud, arrojando piedras a las casas de los habitantes, tal y como informa la agencia oficial de noticias palestina llamada Wafa.

El conflicto en Cisjordania tiene sus raíces en el conflicto israelí-palestino, que se remonta al establecimiento del Estado de Israel en 1948 y la consiguiente guerra árabe-israelí. Tras la guerra de 1967, Israel ocupó Cisjordania, así como la Franja de Gaza, Jerusalén Oriental y los Altos del Golán, en un conflicto conocido como la Guerra de los Seis Días. Desde entonces, Cisjordania ha estado bajo control militar israelí, aunque la Autoridad Palestina tiene cierta autonomía limitada en algunas áreas.

Uno de los principales puntos de conflicto en Cisjordania son los asentamientos israelíes construidos en territorio palestino ocupado. Según el derecho internacional, estos asentamientos son ilegales, pero Israel ha continuado construyéndolos y expandiéndolos, lo que ha provocado tensiones y dificultades en el proceso de paz. Los palestinos ven estos asentamientos como un obstáculo para la creación de su propio estado independiente y una violación de sus derechos.

El conflicto en Cisjordania es un tema delicado y complicado que ha causado un sufrimiento humano significativo y ha obstaculizado el desarrollo económico y social de la región. La resolución del conflicto exige un compromiso genuino, la voluntad de tomar medidas valientes y la colaboración de la comunidad internacional. Solo a través del diálogo y la negociación podrán israelíes y palestinos encontrar una solución justa y duradera que permita la coexistencia pacífica y la prosperidad para ambas partes.

26/06/2023