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Aarón Salas Saiz
La situación humanitaria en el Congo no deja de empeorar en la parte oriental del país. Ya soló en enero de 2023, más de 200 civiles fallecieron en la provincia de Ituri, en una serie de ataques de grupos armados irregulares, que también destruyeron 2.000 hogares y cerraron 80 escuelas.
Durante las últimas décadas, la República Democrática del Congo ha experimentado una serie de conflictos internos, involucrando a múltiples grupos armados y actores regionales. Estos conflictos han sido alimentados por una combinación de factores, como tensiones étnicas, rivalidades políticas, luchas por el control de recursos naturales valiosos y problemas de gobernabilidad.

La guerra más devastadora en el Congo ocurrió entre 1998 y 2003, involucrando a múltiples grupos rebeldes, fuerzas del gobierno congoleño y fuerzas extranjeras. Esta guerra dejó millones de muertos y desplazados, y su impacto sigue siendo evidente en muchas áreas del país.

Aunque desde entonces se han realizado esfuerzos para poner fin al conflicto y promover la estabilidad, persisten brotes de violencia en varias partes del Congo. Algunos grupos armados siguen operando en el este del país, llevando a cabo ataques contra civiles, desplazando a comunidades enteras y saqueando recursos naturales.

Además de los conflictos armados, el Congo también enfrenta desafíos significativos en términos de pobreza, corrupción, acceso limitado a servicios básicos y falta de infraestructura. Estos problemas se suman a la complejidad de la situación en el país.

Asimismo, la situación en el último año se ha agravado de una manera muy grave debido al aumento del número de conflictos dentro del país, así como su intensidad. La crisis ha multiplicado por ocho el nivel de hambre. Desde la Fundación Europa Paz, queremos mostrar nuestro apoyo y pedir el cese de estas hostilidades.

7/07/2023