La Fundación Europea para la Paz expresa su profunda preocupación ante los efectos cada vez más acelerados del cambio climático, que continúan golpeando con mayor fuerza a las comunidades que ya viven en condiciones de pobreza. El calor extremo, el aumento del nivel del mar y el colapso de los ecosistemas locales están empujando a poblaciones vulnerables a ciclos de desplazamiento, inseguridad alimentaria y conflicto. Estas comunidades —con frecuencia las que cuentan con menos recursos para adaptarse— cargan con el peso más severo de una crisis que han contribuido mínimamente a crear. Esta desigualdad no es solo un problema ambiental; es una cuestión urgente de justicia global y dignidad humana.

Sin embargo, las consecuencias del cambio climático no permanecerán confinadas a una sola región. A medida que aumentan las presiones ambientales, la inestabilidad resultante se extenderá más allá de las fronteras, afectando economías, la paz y la seguridad en todo el mundo. Nuestro futuro compartido depende de una respuesta colectiva basada en la cooperación, la equidad y una visión a largo plazo. La Fundación Europea para la Paz hace un llamado urgente a una acción internacional coordinada que apoye a las comunidades vulnerables, reduzca las emisiones y fortalezca los caminos hacia una sociedad global pacífica y sostenible. La justicia climática no es opcional: un mundo interconectado exige que ninguna nación, sin importar su riqueza, permanezca al margen de esta lucha.