Daniel Gómez Kelly
El conflicto de Myanmar es un conflicto armado característico en el orden internacional y esto se debe a que comenzaría en el año 1948 entre diversos grupos étnicos y las fuerzas armadas del país en cuestión. Si bien, este conflicto esta caracterizado por múltiples altibajos en la escalada de tensión entre las partes, no ha sido hasta el año 2021 cuando se han reactivado nuevos enfrentamientos entre ambas partes.
La violencia que se desencadena de estos choques armados, se extiende de manera indiscriminada contra la población civil por todo el país, generando un éxodo en masa de miles de personas, tanto a regiones propias del país mas seguras y a los países colindantes con Myanmar. Cabe destacar que ya se cumplen casi 2 años desde que uno de los grupos étnicos dio un golpe de estado y destituyó al gobierno en febrero de 2021.
Según agencias internacionales, todas estas causas de violencia indiscriminada y que ha ido aumentando e intensificándose de manera gradual en la ultima década, está agravando la situación de refugiados que sufre el país y la región en general. Desde el golpe de estado de febrero del 2021, se estima el desplazamiento de unos 440.000, a los que cabe añadirles los 37.000 que abandonaron sus hogares antes de que estallase la parte más cruenta del conflicto.
Por todo esto, como organización que aboga por la consecución de la paz y la promoción de la igualdad y la defensa de los derechos humanos, instamos a buscar una solución eficaz para acatar esta crisis humanitaria que está asolando el país y la región, la cual esta sufriendo graves necesidades humanitarias. Para ello, proponemos el uso del dialogo y la negociación para acabar con los enfrentamientos armados entre los enfrentados en el conflicto.