Daniel Gómez Kelly
El pasado 9 de Julio, Sri Lanka conmemoró el aniversario del primer año del “Aragalaya”. Este termino es el que se le dio al levantamiento popular donde el pueblo del país asaltó el palacio presidencial y el presidente del momento Gotabaya Rajapaksa huyó del país renunciando desde el exilio frente a las protestas sin precedentes por marte de la mayoría de la población de Sri Lanka.
Este levantamiento popular fue provocado en primer lugar por la mala gestión del gobierno sobre todo de la parte económica. Esta mala gestión acabo no solo con el presidente renunciando, sino al resto de la familia Rajapaksa perdiendo su poder e influencia en el país. Durante las celebraciones del primer año del “Aragalaya”, aun se siguen reivindicando la justicia por la que el pueblo se levantó frente a la represión del gobierno, pero aun habiendo sido posible el derrocamiento de la corrupción en la cúspide del poder del país, este estado sigue enfrentándose a un sinfín de problemas como la deuda, inflación, y violaciones de derechos humanos entre otros temas.
Algunos activistas o periodistas del país reivindican que la situación si bien se ha percibido cierto cambio, siguen bastante mal. Esto entro otros casos se puede percibir en familias que deben saltarse comidas debido al alto coste de vida que sigue habiendo en Sri Lanka frente a la pésima economía que no se ha recuperado, sumado a la corrupción que se ha instalado en el país y que ya se ve como algo normal esta haciendo que sea bastante difícil poder implementar cambios de manera tan rápida o eficaz a la que ellos querrían.
Es por todo esto que las organizaciones internacionales como la ONU o incluso estados con gran poder de influencia internacional, deberían realizar un acercamiento al país con el objetivo de mejorar lo antes posible la situación de los miles de personas pobres de Sri Lanka. Mediante la ayuda humanitaria, apoyo económico y la lucha contra la corrupción que en ciertos momentos afectan a los derechos humanos.
13/07/2023