Daniel Gómez Kelly
Las tensiones en la frontera de la India con China se llevan dando décadas, llegando a un punto álgido en 1962 cuando estalló una breve guerra en la frontera entre ambas potencias regionales. Sin embargo, hay que recordar que esa no fue el único momento de disputa entre ambas potencias a lo largo de las pasadas décadas, hasta la consecución de unos acuerdos de paz ratificados en los años 1993, 1996 y 2005.
Pese a haber conseguido estos acuerdos de paz, las disputas fronterizas no resueltas, el auge de lideres y movimientos nacionalistas en ambos países junto al impacto que estas situaciones generan en la política internacional, han desembocado generalmente en que este problema se siga generando tensiones. Todas estas tensiones han sido los alicientes que, en la última década, más concretamente, han alimentado las tensiones y enfrentamientos recientes entre las fuerzas de seguridad estatales de ambos países, generando unas disputas que han ido escalando en el nivel de violencia hasta el punto que ambos países llegaron al acuerdo de no usar armas de fuego, con el objetivo de evitar un enfrentamiento nuclear a futuro.
Esto nos hace pensar que se debe alentar desde todos los organismos e instituciones internacionales la negociación y el dialogo como medio de consecución de los objetivos de ambas partes a la vez que conseguiremos evitar escaladas futuras que desencadenen actos de violencia sin sentido o la destrucción de la paz que tanto cuesta mantener a diario en un mundo tan globalizado.