Organización internacional enfocada en atender la salud de poblaciones víctimas de desastres naturales y conflictos bélicos.
Carlos Álvarez Llorente
La guerra civil en Sudán del Sur comenzó en diciembre de 2013, apenas dos años después de que el país se independizara de Sudán, y ha tenido un impacto devastador en la población, la economía y la infraestructura del país. La guerra fue desencadenada por un conflicto político entre el presidente Salva Kiir y su ex vicepresidente Riek Machar, pero también se ha visto exacerbada por la competencia por los recursos naturales, como el petróleo y el agua, así como por las tensiones étnicas.
La guerra ha dejado a millones de personas desplazadas, tanto dentro como fuera del país, y ha causado una grave crisis humanitaria, con escasez de alimentos, agua y atención médica. Además, la economía del país se ha visto gravemente afectada, y la infraestructura, incluyendo escuelas, hospitales y carreteras, ha sido dañada o destruida.
En 2018, se alcanzó un acuerdo de paz entre el gobierno y los rebeldes, que incluía la formación de un gobierno de unidad nacional y la integración de las fuerzas rebeldes en el ejército. Sin embargo, el acuerdo ha sido frágil y ha habido múltiples violaciones del alto el fuego, lo que ha impedido una resolución duradera del conflicto.
Para abordar la situación en Sudán del Sur, es necesario adoptar soluciones a largo plazo que aborden las causas subyacentes del conflicto. Algunas posibles soluciones incluyen: